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El pasado 24 de junio, tanto el Reino Unido como el resto de Europa se despertaron con una noticia que realmente nadie se esperaba: el Reino Unido, en conjunto, había votado a favor de abandonar la Unión Europea. La magnitud de trabajo que entrañan las negociaciones sobre el brexit (una combinación de los términos ingleses “Britain”, Gran Bretaña, y “exit”, salida) resulta difícil de comprender, ya que nos encontramos en un terreno político en el que ningún país se ha adentrado antes. En el artículo de hoy, vamos a examinar en detalle algunos de los retos que afrontan los ciudadanos británicos que residen en el continente y, especialmente, las dificultades a las que se enfrentan los europeos del continente que deseen trasladarse al Reino Unido y las nuevas barreras que formarán parte de su viaje.
Si mudarte al Reino Unido por motivos de trabajo era una posibilidad que estabas barajando, te recomendamos que leas este artículo para comprender mejor la situación.
¿Qué sabemos hasta la fecha?
Poco después del referéndum, Theresa May confirmó que planeaba activar el artículo 50 notificando oficialmente a la Unión Europea la intención del Reino Unido de salir de ella hacia finales de marzo de 2017, pero no antes de sortear una serie de obstáculos por el camino. Una mujer llamada Gina Miller, que argumentaba que la activación del artículo 50 se debería someter a votación en el Parlamento británico, llevó el caso a los tribunales y lo ganó. En consecuencia, el Gobierno votó al respecto y, para sorpresa de nadie, el Parlamento aprobó la ley debido a la mayoría del Partido Conservador.
Salir de la Unión Europea nunca iba a resultar sencillo, aunque parecía claro que el Reino Unido se dirigía a un “brexit duro” cuando Theresa May confirmó que no solo saldrían de la UE, sino también del EEE (Espacio Económico Europeo), conocido como el “mercado único”. Este mercado permite comerciar en toda Europa sin aranceles ni restricciones; ello hace que, en teoría, una operación comercial sea tan sencilla entre Londres y Atenas como entre Londres y Aberdeen. Son muchos los expertos que sostienen que la salida del Espacio Económico supondrá un desastre para la economía británica y que podría sumergir al país en una gran recesión con numerosas pérdidas de puestos de trabajo, pero es algo que no sabremos con certeza hasta que el Reino Unido lo abandone.
¿Qué dificultades afrontan los europeos que quieran ir al Reino Unido?
Aún existen numerosas incógnitas sobre el camino hasta el brexit y una de las más preocupantes es la de los derechos de los ciudadanos europeos que ya residan en el Reino Unido, además de cuál será el nuevo proceso por el que deberán pasar las personas que deseen venir al Reino Unido a trabajar. En los últimos días no hemos hecho más que oír en los medios rumores de que Theresa May está a punto de poner fin a la libre circulación de ciudadanos europeos en el Reino Unido a partir del 15 de marzo.
Naturalmente, toda esta especulación preocupa mucho a numerosas personas, ya que este hecho significaría que si viajaran al Reino Unido después de la supuesta “fecha límite” no tendrían garantizado el derecho de residir y trabajar en el país indefinidamente, algo que hasta ahora constituía un derecho de todos los ciudadanos europeos. Sin embargo, la última noticia explosiva llegó el 1 de marzo, cuando la Cámara de los Lores rechazó la ley del Gobierno y pidió que la enmendaran con el objetivo de proteger a los ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido después del brexit para que también se protegiera a los ciudadanos británicos en Europa. Entonces, ¿seguirá en pie la posible fecha límite del 15 de marzo? Este rechazo ha supuesto un golpe embarazoso para el Gobierno, que había imaginado que la ley se aprobaría en ambas cámaras del Parlamento sin tener que realizar ninguna enmienda, lo que finalmente no se ha producido.
¿Qué tendrían que hacer los ciudadanos europeos, si se confirma el brexit? Por desgracia, como muchos planes aún siguen en el limbo, se ha sugerido que los europeos tendrán que solicitar permisos de trabajo después del brexit, que solo les permitirían trabajar en el Reino Unido legalmente durante un período de cinco años, aunque el permiso se podría renovar. Además, ha habido noticias de que los nuevos ciudadanos europeos que lleguen del continente tras la supuesta “fecha límite” ya no podrán optar a créditos fiscales, prestaciones para la vivienda o cualquier subsidio gubernamental de los que actualmente disfrutan los ciudadanos europeos en el Reino Unido.
Puesto que no se ha realizado ninguna confirmación al respecto, nadie sabe con certeza si se implantarán estos supuestos planes, pero también se han planteado muchas preguntas sobre su legalidad. En lo concerniente a la Unión Europea, la libre circulación de personas debería continuar técnicamente hasta el día en el que el Reino Unido se retire de la UE, por lo que ciertamente se puede argumentar que el Gobierno británico podría incumplir la legislación europea si tratara de implementar unos planes tan estrictos. Sin embargo, queda por ver si alguien tratará de impugnar tales planes, por considerarlos ilegales.
¿Y qué sucede con los británicos que viven en el continente?
En lo que respecta a los ciudadanos británicos que residen en diversos países del continente, su futuro también sigue sin estar claro porque no se ha confirmado nada en relación con el estatus que tendrán. Como siempre, se ha dado rienda suelta a la especulación y ha habido indicios de que se les podría ofrecer la ciudadanía europea caso por caso, una idea que, si se llegase a implantar, aliviaría los temores de muchas personas de tener que dejar las vidas que han construido en el continente. Del mismo modo, es muy posible que muchas personas, especialmente quienes han vivido y trabajado en otros países de la Unión Europea durante años, reúnan los requisitos para solicitar la residencia en tales países, pero esta solución solo se daría con la garantía de que el Gobierno británico respetará los derechos de los trabajadores de la UE que se encuentren actualmente en el Reino Unido.
¿Y ahora qué?
Puesto que Theresa May ha afirmado que no ofrecerá “comentarios sobre la marcha” sobre sus planes para el brexit, resulta difícil determinar cuál será el resultado de tales planes hasta que aporte más información. Además, puesto que no se pueden iniciar las negociaciones con Europa oficialmente hasta que se active el artículo 50, es difícil discernir la posible situación económica que podría afrontar el Reino Unido tras la Unión Europea. Lo que está claro es que el Reino Unido saldrá tanto de la Unión Europea como del Espacio Económico Europeo, pero en lo que respecta a qué sucederá con todo lo demás…
Tendremos que esperar con impaciencia para saber qué ocurre.
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