Los 5 hábitos del alumno aplicado

Sabemos de sobra que cada persona es diferente y que, por lo tanto, tenemos unos hábitos de estudio diferentes. Algunos estudian mejor por la noche, otros por la mañana a primera hora, con o sin música, en la biblioteca, en el parque…cada uno tiene sus trucos. Independientemente del grupo al que pertenezcas, hay unos cuantos hábitos que puedes copiar de los que se consideran alumnos aplicados. Adoptando algunos de estos hábitos, el aprendizaje te resultará más fácil. ¿Quieres saber cuáles son estos hábitos?

1. No dejes para mañana…

Seguro que ya conoces el refrán que dice “¡No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy!” Si eres una persona procrastinadora, es posible que esta frase te irrite, pero tiene mucha razón. Aunque sea tentador aplazar tus tareas pendientes, en realidad no nos hace la vida más fácil, más bien lo contrario: al final el trabajo se termina acumulando. Lo mismo ocurre cuando uno aprende un nuevo idioma. Es importante estudiar cada día un poco, ya que, de lo contrario, nunca cogerás el ritmo y luego te tocará estudiar todo el material de una sola sentada. Así que, te recomendamos: ¡te conviene hacer tus deberes más pronto que tarde, de esta manera luego te quedará más tiempo para disfrutar de otras cosas!

2. La palabra mágica: rutina

Aparte de tratar de evitar la procrastinación, también es útil establecer una rutina a la hora de estudiar. Cuando uno aprende inglés, ayuda mucho hacer poco a poco las tareas más monótonas como memorizar el vocabulario. Si aprendes cada día 10 palabras nuevas, no es mucho trabajo y es fácil de hacer. De esta manera, aprenderás cada semana 70 palabras nuevas, o un total de 3640 palabras por año, ¡una cantidad nada despreciable! Y también estarás cada día en contacto con el idioma, lo cual es muy importante, sobre todo al principio. Con el tiempo, te resultará incluso mucho más fácil aprender cada día unas cuantas palabras más.

3. La motivación personal

Está claro que la forma más fácil de aprender es cuando uno tiene una motivación personal. Ya sea querer ir a vivir al extranjero, tener un nuevo trabajo a la vista para el cual sea imprescindible saber inglés, o si tu romance del verano no habla tu idioma, etc., sea cual sea tu motivación, todas son buenas razones que te harán el aprendizaje más fácil.

4. Tirarse a la piscina

Vale, todo lo explicado hasta ahora ha sido pura teoría. Así que vayamos a la parte más divertida de aprender un idioma: ¡la práctica! Es una gran sensación acabar de aprender un nuevo concepto de gramática y al poco tiempo poder emplear correctamente esa teoría recién aprendida en una conversación con tu compañero de piso del Reino Unido. La idea de tener que estudiar horas y horas puede parecer algo bastante desagradable y aburrido, pero cuando te das cuenta de cómo tu nivel de inglés ha mejorado, te sientes genial. Además, la mejor forma de aprender un nuevo idioma es practicarlo al instante. Si practicas cada día un poco, ya sea con unos turistas que te han parado para preguntarte algo, con un compañero de intercambio de idiomas en tándem o viendo películas y series en inglés, avanzarás seguro.

5. La curiosidad gana

Otra cualidad muy útil de los alumnos aplicados es su curiosidad. Intenta averiguar qué forma de aprendizaje es para ti la mejor y qué otras opciones hay. ¿Eres de esas personas que aprenden mejor si ven las cosas que están aprendiendo? Pues coloca pequeñas hojas de papel tipo post-it con las palabras de cada objeto en inglés en todos los muebles de tu casa para aprender el vocabulario de la forma que resulta más fácil para ti. ¿Te cuesta pronunciar correctamente las palabras? Pues ve películas y series en el idioma original, de esta forma tu oído se acostumbrará a la entonación y en poco tiempo la imitarás automáticamente. ¿No has escuchado nunca hablar de los intercambios de idiomas en tándem? Averigua si este tipo de encuentros se organizan en tu ciudad. En buena compañía siempre se aprende mejor.

Ya ves que no tienes que pasarte horas hincando los codos para disfrutar aprendiendo inglés y, de esta manera, avanzar más rápidamente.

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