La neurociencia es una rama de la Biología que se encarga de estudiar el cerebro, cómo es y cómo funciona. Uno de los aspectos que se estudian en la neurociencia es la adquisición del lenguaje. Todos los descubrimientos en este campo nos han ayudado a comprender mejor este proceso y a desarrollar técnicas para aplicarlas al aprendizaje de lenguas. ¿Te gustaría conocerlas?
1. Usa un contexto en que sea necesario
Hay una frase muy popular que dice que la necesidad es la madre del ingenio. Esto significa que cuando estamos fuera de nuestra zona de confort, aprendemos mucho más rápido que de costumbre y nuestro cerebro trabaja de manera más eficiente. Por ejemplo: si estás de viaje en el extranjero y necesitas hacerte entender por los camareros del restaurante donde quieres comer.
No es necesario que tomes un avión para poner tus habilidades a prueba, hay recursos educativos y juegos que te obligan a estar concentrado para entender y responder para seguir jugando o pasar a la siguiente fase.
2. Repite
La repetición es el método de aprendizaje más antiguo del mundo, y no por ello el menos eficaz (no en vano es una de las preferidas en el mundo del marketing y la publicidad). La repetición de contenidos activa determinadas zonas del cerebro encargadas de procesar y almacenar la información. Un ejemplo de este tipo de aprendizaje sería ver una película con subtítulos en tu idioma, después verla con subtítulos en inglés y finalmente volver a verla sin subtítulos.
3. Escucha música y ve películas
Hablando de ver películas, diversos estudios, entre ellos uno de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (España), han demostrado que ver películas en versión original subtitulada en el idioma de origen mejora la capacidad de aprendizaje, especialmente en lo que respecta a identificar los fonemas (sonidos), al oírlos en boca de diferentes personajes y verlos escritos sobre la pantalla.
¡Por no mencionar lo placentero y entretenido que resulta!
4. Usa el idioma
Puede parecer una recomendación obvia, pero hay que practicar el idioma. Ya sea hablando a solas contigo mismo, o participando en tándems lingüísticos con hablantes nativos o experimentados, la clave está en acostumbrarte a generar diálogos lógicos y comprensibles en el idioma.
5. Menos es más
Se ha demostrado científicamente que es más efectivo aprender en sesiones cortas, de máximo 30-40 minutos, que pasarte horas hincando los codos, pues es el tiempo en el que logramos mantener nuestra capacidad de atención. Además, dividir las unidades de conocimiento en otras más pequeñas es uno de los trucos más sencillos que hay para asimilar el contenido.
6. Practica en contextos imaginarios
Usa tu imaginación. Imagina que estás en otro país y sientes un dolor de estómago muy fuerte. ¿Cómo le pedirías a un taxista que te llevara al hospital más cercano? ¿Qué le dirías al recepcionista de urgencias? ¿Cómo le explicarías tus síntomas al médico? Sin la presión de estar en un contexto real, podrás dedicar tiempo a buscar el vocabulario y las expresiones que necesitarías en un contexto determinado, ya sea en un hospital, en un restaurante, un hotel, etc.
7. Alterna entre aprendizaje activo y pasivo
Es decir, unas veces dedícate a recibir información (como, por ejemplo, viendo un vídeo de gramática, una película, escuchando un podcast, etc.) Otras, aprende de manera más activa: escribiendo frases para aprender el vocabulario, buscando información en internet, cantando, practicando tu pronunciación en voz alta, etc.
8. Ver y escuchar a la vez
Otra manera de estimular tu cerebro a la hora de aprender vocabulario es mostrarle imágenes de los términos que estás aprendiendo (es decir, aprender la palabra “mountain” mientras ves la imagen de una montaña). Puedes usar tarjetas o flashcards para este fin, o buscar imágenes en internet. Cuantos más estímulos le proporciones al cerebro, mejor almacenará la información.
9. Gesticula
Un estudio del Instituto Max Planck de neurología y ciencias cognitivas de Leipzig (Alemania) demostró que, cuando se pronuncian determinadas frases o palabras acompañadas de la gesticulación correspondiente, se adquiere mejor el significado. Fíjate en cómo gesticulan los hablantes nativos, ya sea en la vida real o en las películas.
10. Ríe
¿Te has fijado en que los niños se ríen constantemente? Diversos estudios han demostrado que la risa nos hace más receptivos y nos ayuda a aprender más rápido. Así que ya sabes, empieza a ver tus comedias y monólogos en inglés favoritos, disfrútalos y aprende.
¿Sabías que la eficacia de ABA English también ha sido probada en varios estudios independientes? El 71.4% de los estudiantes que participaron avanzaron al menos un nivel en apenas un semestre. Como ya ha sido demostrado por la neurociencia, el aprendizaje basado en películas es eficaz y fácil para el estudiante.
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